POBLAMIENTO AMERICANO

martes, 20 de agosto de 2013

Indice - Historia del Perú

El poblamiento americano se constituye en el punto de partida de nuestro curso, pues en él estudiaremos la aparición del hombre en nuestro continente. Para tal efecto, revisaremos cada una de las hipótesis más importantes que se han planteado hasta el momento y que intentan explicar la manera cómo se pobló América.
Actualmente, el tema del poblamiento americano ha cobrado vigencia pues las hipótesis consideradas como axiomas han empezado a ser cuestionadas por nuevas hipótesis surgidas a raíz de recientes descubrimientos arqueológicos.

EL AUTOCTONISMO
Planteado desde los primeros años de la presencia europea en América, a través de referencias a la posibilidad que la Selva Amazónica haya sido en el "Edén Terrenal" (en "El Paraíso en el Nuevo Mundo" de León Pinelo), hasta los planteamientos con carácter "científico" del argentino Florentino Ameghino en el siglo XIX sobre el origen del hombre en las Pampas Argentinas. Sin embargo, hasta el día de hoy no hay ninguna evidencia científica que apunte hacia la posibilidad que el hombre se haya originado en América. Por lo tanto, podemos afirmar que, por el momento, tales hipótesis han sido descartadas absolutamente.

EL INMIGRACIONISMO ASIÁTICO
La hipótesis del poblamiento americano, desde Asia, es la más difundida y aceptada de todas las hipótesis que, sobre esta problemática, se han propuesto a través de varias décadas. El principal difusor de esta hipótesis es el norteamericano Alex Hrdlicka (siglo XX) aunque ya desde el siglo XVII el jesuita José de Acosta había planteado la posibilidad del origen asiático del hombre americano.

Según los planteamientos de Hrdlicka, el hombre habría llegado a nuestro continente desde Asia central (Siberia y Mongolia). Bandas de homo sapiens del Paleolítico superior habrían ingresado a América cruzando el Istmo de Beringia hacia los 12000 ANE. Durante la última glaciación que atravesó la Tierra, llamada también "Glaciación Wisconsin", las referidas bandas habrían ingresado a nuestro continente en busca de un hábitat más cálido, de alimento, el cual probablemente escaseaba de donde ellos venían. Sobre la forma en que estos hombres ingresaron, se han tejido muchas conjeturas; sin embargo, lo casi seguro es que lo hicieron a través del Istmo de Beringia el cual habría sido un enorme "brazo" de tierra que
surgió en el actual Estrecho de Behring, esto debido al dramático descenso del nivel de las aguas del mar provocado por la glaciación (fenómeno llamado "Eustacia Glacial").

Las principales pruebas presentadas por Hrdlicka para sustentar su hipótesis son las siguientes:
* Proximidad geográfica entre Asia y América (90 km. aproximadamente).
* Los más antiguos vestigios de presencia humana en América los encontramos en Norteamérica: Yukón, Texas, Lewisville, California, Valsequillo, etc.
* Similitudes físicas entre indios americanos y el hombre asiático: cabello lacio, color de piel cobriza, pliegue mongólico (ojos rasgados), pómulos salientes, mancha Lumbar, etc.
* Presencia de lenguas polisintéticas y aglutinantes en Asia y América.

Sin embargo, se han presentado algunos cuestionamientos importantes a la hipótesis de Hrdlicka, muchos de los cuales aún no han logrado ser respondidos adecuadamente:

* Existirían rutas alternas a la del Istmo de Beringia por las cuales el hombre asiático pudo ingresar a América: Islas Aleutianas y la Corriente del Kuro Shiwo.
* Hrdlicka se equivoca cuando afirma que todos los indios americanos pertenecen a un mismo grupo racial y que por lo tanto son iguales. Por el contrario, si bien poseen muchas semejanzas presentan diferencias entre ellos.
* En América, no existen ni lenguas polisintéticas ni aglutinantes como lo afirma Hrdlicka.
* La mancha lumbar al final de la espalda es peripacífica, es decir, que no sólo se presenta en americanos y asiáticos, sino en pobladores de las islas del Océano Pacífico.
* Finalmente, la crítica más importante y sobre la cual aún no se ha logrado esbozar alguna respuesta coherente es sobre las diferencias sanguíneas entre asiáticos y americanos. En América prevalece el grupo sanguíneo "O" mientras en Asia prevalece los grupos sanguíneos "A" y "B", lo cual genera una gran interrogante, pues cómo explicar que si el hombre asiático es el "tatarabuelo" del hombre americano, estos tengan diferentes tipos de sangre.

En síntesis, como hemos podido apreciar, la hipótesis asiática presenta aún algunos cuestionamientos importantes. Aun así, es la más aceptada de todas las que buscan explicar el origen del hombre americano.


EL INMIGRACIONISMO AUSTRALIANO
Esta hipótesis sobre el origen del hombre americano es planteada por el portugués Méndez Correa, quien sostiene que el hombre llega a nuestro continente desde Australia y Tasmania hacia los 6000 ANE.

Según este científico portugués, grupos de pescadores australianos y de Tasmania se habrían hecho a la mar y accidentalmente habrían sido arrastrados por las corrientes marinas hacia el sur y habrían llegado hasta las Islas Auckland desde donde, siempre, arrastrados por las corrientes, habrían llegado hasta Antártida, continente que habrían logrado atravesar gracias a la ocurrencia de un "Óptimum Climáticum" (recalentamiento antártico), el cual habría permitido que estos hombres de climas tropicales puedan sobrevivir. Luego de haber cruzado la Antártida se habrían embarcado nuevamente en sus frágiles embarcaciones y habrían llegado hasta el extremo Sur de América: Tierra de Fuego y Patagonia en donde habrían dado origen a algunas tribus indígenas como las Onas, Tehuelches, Mapuches, Fueginos, Alakalufes, Patagones, etc.

Méndez Correa fundamenta su hipótesis a partir de las siguientes pruebas:
* Semejanzas en los tipos de sanguíneos de los indios americanos y de los aborígenes de Australia, pues en ambos casos predomina el tipo "O".
* Similitud en la forma de los cráneos.
* Noventa y tres palabras comunes.
* Empleo de armas arrojadizas como el boomerang.
* Construcción de chozas en forma de colmena.

Sin embargo, a pesar de tales semejanzas existen cuestionamiento muy serios a la hipótesis de Méndez Correia. Así pues no se puede explicar cómo los hombres de Australia, tan poco aficionados a la navegación, hayan podido realizar una travesía tan larga desde el otro extremo del Pacífico. Asimismo la ocurrencia del "Optimum Climaticum" antártico no ha sido probada y lo más probable es que nunca haya sucedido, por lo tanto, cómo es posible que hombres de climas tropicales pudieran soportar la inclemencia del clima polar. Además, no existen evidencias arqueológicas que prueben la realización de estos viajes desde Australia hasta América.

EL INMIGRACIONISMO POLINÉSICO
Hipótesis planteada por el francés Paul Rivet, quien sostiene que se han podido producir migraciones complementarias hacia América arrastrados por las corrientes marinas hasta la Isla de Pascua frente a las costas de Chile y desde ahí se habrían desplazado hacia el continente.

Rivet presenta como pruebas más importantes:
* Palabras comunes entre hombres de la Polinesia y América como Kumara (camote), Hamu (comer), uno (agua), etc.
* Presencia de hornos cavados bajo tierra ( Pachamanca) tanto en América como en Polinesia.
* Cultivos comunes como el camote y la papa.

Sin embargo, esta hipótesis carece de evidencias arqueológicas que puedan probar la ocurrencia de dicha ruta migratoria.

EL INMIGRACIONISMO MELANÉSICO
Planteado también por el francés Paul Rivet, es sólo una variante de la hipótesis anterior. Aquí el investigador plantea una corriente migratoria hacia América proveniente de las islas de Melanesia en el Océano Pacífico, la cual estuvo habitada por pobladores de raza negra que llegaron hasta América central.

Según esta hipótesis, en América habría existido una raza de hombres negros conocidos como "Lagoa Santa" la cual se desarrolló en la selva del Brasil, y a partir de la cual Rivet inició sus investigaciones. Según el francés, existirían varias semejanzas entre hombres de Melanesia y de América:

* Semejanzas en los tipos sanguíneos de los hombres en Melanesia y América.
* Enfermedades tropicales comunes.
* Casas en árboles.
* Empleo de canoas dobles y triples.
* Empleos de armas como el lazo, la onda, la cerbatana, etc.
* Cultivos de frutos tropicales como el coco.

Sin embargo el punto de partida de la investigación de Rivet: la existencia de la tribu "Lagoa Santa" ha sido descartada por las últimas investigaciones realizadas sobre el tema; además, tampoco existen evidencias arqueológicas que puedan probar la ocurrencia de dicha corriente migratoria.
En síntesis, el tema del poblamiento americano es un tema abierto que sigue en constante investigación, y sobre el cual va a pasar mucho tiempo para lograr conclusiones definitivas.


EL POBLAMIENTO INICIAL DE SUDAMÉRICA
(LECTURA)

EL POBLAMIENTO DE SUDAMÉRICA
Los cazadores nómadas de origen mongoloide, llamados "paleoinidios", habrían ingresado a Sudamérica hace unos 8000 años a.C. Sin embargo, recientes descubrimientos arqueológicos como los de Pedra Furada de Brasil (11 000 a.C.) y Monteverde de Chile (13 000 a.C.), sugieren que este subcontinente no estaba despoblado. Los cazadores de origen melanésico y austriliano se les habrían adelantado, estos deben ser llamados "paleamericanos", según Tom Dillehay.

La versión tradicional planteaba que América del Sur fue poblada inicialmente por cazadores mongoloides provenientes del norte del continente unos 13 000 años a.C. ingresando por el Itsmo del Darién, al norte de Colombia. Aunque no se descartaba la llegada de melanésicos y australianos, se la consideraba muy tardia, no más de 6 000 años a.C.

El estudio de los esqueletos descubiertos en Pedra Furada de Brasil (11 000 a.C.) demostró que sus cráneos no tienen rasgos mongoloides o paleoindios, sino de negroides, posiblemente melanésicos. Los restos arqueológicos de Monteverde de Chile (13 000 a..C.) sugieren el ingreso de cazadores oceánicos (posiblemente procedentes de Australia) por el extremo sur del continente americano. Los restos líticos y esqueletos humanos más antiguos de Sudamérica están claramente asociados a los melanésicos y austrilianos. Ellos habrían cruzado el Oceánico Pacífico, siendo los primeros pobladores de Sudamérica.

Sin embargo, hacia los 8000 años a.C. habrián ingresado los cazadores mongoloides provenientes del norte y extinguido a los paloamericanos, de origen oceánico, merced a sus mejores armas e instrumentos líticos. Los mongoloides se convirtieron en los nuevos amos de este subcontinente. También es factible que se haya dado un mestizaje entre ambas razas dando origen a grupos como los patagones y fueguinos que poseen características antroposomáticas de ambas razas.

El mundo científico aguarda las investigaciones en los estratos más profundos de Monteverde de Chile, donde habrían evidencias de presencia humana de unos 30 mil años a.C. Mientras tanto, sobre el origen del hombre americano, los especialistas siguen teniendo más preguntas que respuestas.

Al respecto, el arqueológo Duccio Bonavia sintetiza el estado de la cuestión: "En América del Sur se nos presenta prácticamente el mismo problema que hemos contemplado para Norteamérica y Canadá. Nos referimos a la existencia de algunas dataciones relativamente antiguas para determinados yacimientos, tal es el caso de Monte Verde en Chile y Pedra Furada en el Noreste brasileño, con fechas superiores a los 30 000 años. Aunque el contexto arqueológico es más seguro que en los yacimientos más tempranos de Norteamérica, los materiales están aún en fase de estudio y no se puede decir la última palabra. Pero de todos modos existiría siempre una concordancia y una lógica en la información arqueológica y no se plantean, hasta el momento, graves contradicciones. Sin embargo la gran mayoría de sitios han dado fechas que caen dentro de los mismos rangos de variaciones. Oscilan entre 8 000 y 12 000 años a.C. y corresponden a estaciones arqueológicas que se extienden prácticamente a toda el área pacífica, desde Venezuela hasta Tierra del Fuego. Mientras que en la vertiente atlántica hay un vacío en la cuenca amazónica, hay fechas que coinciden en antigüedad en el Sur-este de Brasil, en el Uruguay y a lo largo del territorio argentino".

(Tomado de: Gómez Alarcón, Zapata Palomino)

 

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