EL REALISMO

miércoles, 9 de abril de 2014

Indice - Literatura

EL REALISMO (1880 - 1910)

I. DEFINICIÓN

El Realismo es un movimiento que surge inicialmente en Francia, a mediados del s. XIX (1848), alcanzando su mayor expresión en la novela. A nuestro país, el Realismo llega con cierto retraso, después de la Guerra con Chile. El Realismo Peruano, si bien es cierto adopta los moldes del Realismo Europeo, no descuida los matices nacionales y se preocupa por los problemas sociales de la época levantando su voz de protesta para denunciar el maltrato al indio, la centralización de la economía, la corrupción pública y la derrota sufrida frente a Chile. Es el primer momento en que se toma en cuenta la realidad del indio peruano a través de novelas sociales y ensayos políticos.

II. CARACTERÍSTICAS

1. Predominio de la realidad sobre la imaginación y la fantasía.
2. Rechazan los excesos del Romanticismo.
3. Es eminentemente objetivo.
4. Rechaza los vicios del pasado y se centra en problemas contemporáneos.
5. Preferencia por los temas sociales.
6. Denunció el maltrato del indio.
7. Radicalismo político y social.
8. Nacionalismo.

III. EXPONENTES

* Manuel González Prada : "Pájinas Libres", "Horas de Lucha".
* Clorinda Matto de Turner: "Aves sin Nido", "Herencia", "Índole", "Tradiciones Cuzqueñas".
* Mercedes Cabello de Carbonera: "Sacrificio y Recompensa", "Los Amores de Hortensia".
* Abelardo Gamarra, "El tunante": "Cien años de vida perdularia". "Algo del Perú y mucho de pelagatos".
* Leonidas Yerovi: "La de a cuatro mil".

MANUEL GONZÁLEZ PRADA Y ULLOA (Lima, 1844 - 1918)
"El sibarita", "El anticristo", "El apóstol de la muerte"

1. Nació en Lima en el seno de una familia aristocrática e influyente.
2. Por tradición familiar, recibió una esmerada educación y en la adolescencia ingresó en el Seminario de Lima para seguir la carrera eclesiástica, pero rápidamente la abandonó completamente decepcionado de la misma y convencido ateo y anticlerical.
3. Antes de la Guerra con Chile, cultivó preferentemente una literatura romántica, sobre todo lírica.
4. Después de la Guerra del Pacífico, insurgió como un radical y polémico intelectual anarquista, que cuestionó agriamente el estado de cosas durante la etapa de la "Reconstrucción Nacional".
5. Fue anticlerical, antiaristocrático, antilimeñista, antihispanista, antichilenista, en síntesis, representó el anarquismo en el Perú.
6. En su juventud, fundó un círculo literario que se llamó simplemente "El círculo", que más tarde se transformaría en el partido político "La Unión Nacional", con el cual llegó a ser candidato presidencial sin lograr su objetivo.
7. Fue el primer intelectual que realizó un diagnóstico objetivo de la realidad nacional y sacó a la luz la problemática del indio y su situación de marginalidad y abandono como producto de la política centralista y aristocratizante con la cual nació el Perú como República.
8. Sustituyó a Ricardo Palma en la dirección de la Biblioteca Nacional del Perú.
9. Denunció la corrupción política, el oportunismo y los malos manejos de los fondos públicos.
10. Responsabilizó a los culpables de la derrota sufrida frente a Chile.
11. Esperanza en la reconstrucción nacional.
12. Reivindicó la figura del indio (Precursor del Indigenismo).
13. Criticó los vicios sociales de la época.
14. Adoptó la posición anarquista.
15. En el aspecto formal, sobre todo en la poesía, es considerado como precursor del Modernismo, al haber introducido las estrofas francesas como el rondel, triolet y las baladas alemanas.

OBRA
A. Ensayo:
* Pájinas Libres (1894)
Consta de veinte escritos de diferentes años, entre discursos, artículos, ensayos, estudios, etc. Agrupados sin un orden temático ni cronológico para encarnar el espíritu libre del autor, como él mismo lo manifiesta en el prólogo. Entre los textos más importantes del libro destaca el "Discurso en Politeama", leído el 28 de julio de 1888 en el teatro Politeama de Lima, en un acto cívico convocado por diversos colegios de Lima con la finalidad de promover la recuperación de Tacna y Arica a través de una colecta pública. Se encontraba entre los asistentes el entonces presidente de la República don Andrés Avelino Cáceres. A diferencia del esperado discurso de exaltación retórica al acto de convocatoria, el discurso se convierte en un llamado a los jóvenes a tomar acciones radicales ante la incapacidad y la corrupción de quienes no supieron asumir su rol de defensa de los intereses nacionales durante el conflicto. Plantea un juicio a la generación declinante y haciendo un examen de los factores de la crítica realidad presente, precisa como una razón fundamental del atraso y el caos reinante, a la pésima educación pública en todos sus niveles. Plantea como causa esencial de la derrota ante Chile la ignorancia y el espíritu de servidumbre de los peruanos, lo cual se traduce en una falta de identidad nacional. Por otro lado, denuncia problemas de base como la improvisación en el manejo de los distintos gobiernos que se han turnado en el poder solamente para enriquecer a élites ambiciosas y corruptas y finalmente hace un llamado a los jóvenes para rechazar todo aquello que sea chileno y ajeno a los intereses nacionales.

* "Horas de lucha".
* "Bajo el oprobio".
* "Propaganda y ataque".
* "Anarquía".
* "Figuras y figurones".
* "Nuevas pájinas libres".

B. Poesía
* "Minúsculas" (1911).
* "Presbiterianas" (1909).
* "Exóticas (1911).
* "Trozos de vida".
* "Baladas peruanas".
* "Grafitos".

C. Narrativa
* "El Tonel de Diógenes".

D. Teatro
* "Cuartos para hombres vacíos".
* "Chico, doctora y doctor".

DISCURSO EN EL POLITEAMA

Señores:

Los que pisan el umbral de la vida se juntan hoy para dar una lección a los que se acercan a las puertas del sepulcro.
La fiesta que presenciamos tiene mucho de patriotismo i algo de ironía; el niño quiere rescatar con el oro lo que el hombre no supo defender con el hierro.
Los viejos deben temblar ante los niños, porque la generación que se levanta es siempre acusadora i juez de la generación que desciende.
De aquí, de estos grupos alegres i bulliciosos, saldrá el pensador austero i taciturno; de aquí, el poeta que fulmine las estrofas de acero retemplado; de aquí, el historiador que marque la frente del culpable con un sello de indeleble ignominia.
Niños, sed hombres, madrugad a la vida, porque ninguna generación recibió herencia más triste, porque ninguna tuvo deberes más sagrados que cumplir, errores más graves que remediar, ni venganzas más justas que satisfacer.
En la orgía de la época independiente vuestros antepasados bebieron el vino generoso i dejaron las heces. Siendo superiores a vuestros padres, tendréis derecho para escribir el bochornoso epitafio de una generación que se va, manchada con la guerra civil de medio siglo, con la quiebra fraudulenta i con la mutilación del territorio nacional.
Si en estos momentos fuera oportuno recordar vergüenzas i renovar dolores, no acusaríamos a unos ni disculparíamos a otros. ¿Quién puede arrojar la primera piedra?.
La mano brutal de Chile despedazó nuestra carne i machacó nuestros huesos; pero los verdaderos vencedores, las armas del enemigo, fueron nuestra ignorancia i nuestro espíritu de servidumbre.
Si la ignorancia de los gobernantes ¡ la servidumbre de los gobernados fueron nuestros vencedores, acudamos a la ciencia, ese redentor que nos enseña a suavizar la tiranía de la naturaleza, adoremos la libertad, esa madre engendradora de hombres fuertes.
No hablo señores de la ciencia momificada que va reduciéndose a polvo en nuestras universidades retrógradas: hablo de la ciencia robustecida con la sangre del siglo, de la ciencia con ideas de radio jigantesco, de la ciencia que trasciende a juventud i sabe a miel de panales griegos, de la ciencia positiva que en sólo un siglo de aplicaciones industriales produjo más bienes a la humanidad que milenios enteros de Teología i Metafísica.
Hablo señores, de la libertad para todos i principalmente para los más desvalidos. No forman el verdadero Perú las agrupaciones de criollos i extranjeros que habitan la faja de tierra situada entre el Pacífico y los Andes; la nación esta formada por las muchedumbres de indios diseminados en la banda oriental de la cordillera.
Trescientos años ha que el indio rastrea en las capas inferiores de la civilización, siendo un híbrido con los vicios del bárbaro i sin las virtudes del europeo: enseñadle siquiera a leer i escribir, ¡veréis si en un cuarto de siglo se levanta o no a la dignidad del hombre!
Cuando tengamos un pueblo sin espíritu de servidumbre, i militares i políticos a la altura del siglo, recuperaremos Arica i Tacna, i entonces i sólo entonces marcharemos sobre Iquique i Tarapacá daremos el golpe decisivo, primero ¡ último.
Para ese gran día, que al fin llegará porque el porvenir nos debe una victoria, fiemos sólo en la luz de nuestro cerebro y en la fuerza de nuestros brazos. Pasaron los tiempos en que únicamente el valor decidía los combates: ho¡ la guerra es un problema, la ciencia resuelve la ecuación.
Abandonemos el romanticismo internacional i la fe en los auxilios sobrehumanos: La tierra escarnece a los vencidos, y el cielo no tiene rayos para el verdugo. En esta obra de reconstrucción i venganza no contemplemos con los hombres del pasado: los troncos añosos i carcomidos produjeron ya sus flores de aroma deletéreo i sus frutas de sabor amargo. ¡Que vengan árboles ha dar flores nuevas ¡ frutos nuevos! ¡Los viejos a la tumba, los jóvenes a la obra!

* Discurso pronunciado en el Teatro del Politeama de Lima, el 28 de Julio de 1888 por Manuel Urbina, en una velada patriótica destinada a recolectar fondos para recuperar a Tacna y Arica.


CLORINDA MATTO DE TURNER (Cusco, 1854 - 1909)

1. Se casó a los diecisiete años y enviudó pronto; además perdió tempranamente a su único hijo.
2. Se dedicó activamente a la difusión cultural a través de diversas publicaciones, tanto en Cusco como en Lima, además de Buenos Aires, ciudad en que residió durante algunos años.
3. Fue discípula de González Prada, y siguió su ideología, defendiendo al indio en forma crítica y pedagógica.

OBRA
- Aves sin nido (1889)
Novela más representativa de toda su producción literaria. Significa una defensa del indio peruano pauperizado en las serranías en donde las leyes capitalinas no sirven de nada o en todo caso son utilizadas de acuerdo a los intereses de los poderosos, mediana o mínimamente instruidos, que se enriquecen haciendo trabajar al indio en forma inhumana. El planteamiento, que evidentemente es una primera aproximación seria al problema del indio, representa el primer antecedente concreto del Indigenismo peruano que se desarrollaría décadas más tarde. Su visión de la problemática del indio peruano es paternalista, pues plantea que se trata de un problema básicamente pedagógico y que la mejora de la situación del indio está en función del nombramiento de autoridades idóneas, siempre capitalinas o en todo caso, con formación capitalina; y la realización de cambios en el seno de la iglesia para evitar los abusos que cometían los curas, sobre todo en el plano sexual.

Dentro del contexto planteado en la novela, que tiene como escenario un pequeño pueblo de la serranía llamado Killac, en que el teniente gobernador, el juez de paz y el párroco, confabulados en el poder, maltratan al indio haciéndolo trabajar en el campo, se desarrolla una historia de amor entre Margarita y Manuel, quienes descubren que no se pueden casar porque son hermanos, hijos del antiguo cura del pueblo.

* Índole (1891).
* Herencia (1895).


LECTURA
LA ANARQUIA ENSAYO
Por Manuel González Prada, Anarquía

Si a una persona seria le interrogamos qué entiende por Anarquía, nos dirá, como absolviendo la pregunta de un catecismo: «Anarquía es la dislocación social, el estado de guerra permanente, el regreso del hombre a la barbarie primitiva».
Llamará también al anarquista un enemigo jurado de vida y propiedad ajenas, un energúmeno acometido de fobia universal y destructiva, una especie de felino extraviado en el corazón de las ciudades. Para muchas gentes, el anarquista resume sus ideales en hacer el mal por el gusto de hacerle.

No solamente las personas serias y poco instruidas tienen ese modo infantil de ver las cosas: hombres ilustrados, que en otras materias discurren con lucidez y mesura, desbarran lastimosamente al hablar de anarquismo y anarquistas. Siguen a los santos padres cuando trataban de herejías y herejes. Lombroso y Le Bon recuerdan a Tertuliano y San jerónimo. El autor de El hombre criminal ¿no llegó hasta insinuar que los anarquistas fueran entregados a las muchedumbres, quiere decir, sometidos a la ley de Lynch? Hay, pues, sus Torquemadas laicos, tan feroces y terribles como los sacerdotes.

Quienes juzgan la Anarquía por el revólver de Bresci, el puñal de Caserio y las bombas de Ravachol no se distinguen de los librepensadores vulgares que valorizan el Cristianismo por las hogueras de la Inquisición y los mosquetazos de la Saint-Barthélemy. Para medir el alcance de los denuestos prodigados a enemigos por enemigos, recordemos a paganos y cristianos de los primeros siglos acusándose recíprocamente de asesinos, incendiarios, concupiscentes, incestuosos, corruptores de la infancia, unisexuales, enemigos del Imperio, baldón de la especie humana, etc. Cartago historiada por Roma, Atenas por Esparta, sugieren una idea de la Anarquía juzgada por sus adversarios. La sugieren también nuestros contemporáneos en sus controversias políticas y religiosas. Si para el radical-socialista, un monárquico representa al reo justiciable, para el monárquico, un radical-socialista merece el patíbulo. Para el anglicano, nadie tan depravado como el romanista, para el romanista, nadie tan digno de abominación como el anglicano. Afirmar en discusiones políticas o religiosas que un hombre es un imbécil o un malvado, equivale a decir que ese hombre no piensa como nosotros pensamos.

Anarquía y anarquista encierran lo contrario de lo que pretenden sus detractores. El ideal anárquico se pudiera resumir en dos líneas: la libertad ilimitada y el mayor bienestar posible del individuo, con la abolición del Estado y la propiedad individual. Si ha de censurarse algo al anarquista, censúresele su optimismo y la confianza en la bondad ingénita del hombre. El anarquista, ensanchando la idea cristiana, mira en cada hombre un hermano; pero no un hermano inferior y desvalido a quien otorga caridad, sino un hermano igual a quien debe justicia, protección y defensa. Rechaza la caridad como una falsificación hipócrita de la justicia, como una ironía sangrienta, como el don ínfimo y vejatorio del usurpador al usurpado. No admite soberanía de ninguna especie ni bajo ninguna forma, sin excluir la más absurda de todas: la del pueblo. Niega leyes, religiones y nacionalidades, para reconocer una sola potestad: el individuo. Tan esclavo es el sometido a la voluntad de un rey o de un pontífice, como el enfeudado a la turbamulta de los plebiscitos o a la mayoría de los parlamentos. Autoridad implica abuso, obediencia denuncia abyección, que el hombre verdaderamente emancipado no ambiciona el dominio sobre sus iguales ni acepta más autoridad que la de uno mismo sobre uno mismo.

Sin embargo, esa doctrina de amor y piedad, esa exquisita sublimación de las ideas humanitarias, aparece diseñada en muchos autores como una escuela del mal, como una glorificación del odio y del crimen, hasta como el producto morboso de cerebros desequilibrados. No falta quien halle sinónimos a matoide y anarquista. Pero, ¿sólo contiene insania, crimen y odio la doctrina profesada por un Reclus, un Kropotkin, un Faure y un Grave? La anarquía no surgió del proletariado como una explosión de ira y un simple anhelo de reivindicaciones en beneficio de una sola clase: tranquilamente elaborada por hombres nacidos fuera de la masa popular, viene de arriba, sin conceder a sus iniciadores el derecho de constituir una élite con la misión de iluminar y regir a los demás hombres. Naturalezas de selección, árboles de copa muy elevada, produjeron esa fruta de salvación.

No se llame a la Anarquía un empirismo ni una concepción simplista y anticientífica de las sociedades. Ella no rechaza el positivismo comtiano; le acepta, despojándole del Dios-Humanidad y del sacerdocio educativo, es decir, de todo rezago semiteológico y neocatólico. Augusto Comte mejora a Descartes, ensancha a Condillac, fija el rumbo a Claude Bernard y sirve de correctivo anticipado a los Bergson nacidos y por nacer. Si el darwinismo mal interpretado parecía justificar la dominación de los fuertes y el imperialismo despótico, bien comprendido llega a conclusiones humanitarias, reconociendo el poderoso influjo del auxilio mutuo, el derecho de los débiles a la existencia y la realidad del individuo en contraposición al vago concepto metafísico de especie. La Ciencia contiene afirmaciones anárquicas y la Humanidad tiende a orientarse en dirección de la Anarquía.

Hay épocas en que algunas ideas flotan en el ambiente, hacen parte de la atmósfera y penetran en los organismos más refractarios para recibirlas. Hasta Spencer, hasta el gran apóstol de la evolución antirrevolucionaria y conservadora, tiene ráfagas de anarquismo. Los representantes mismos del saber oficial y universitario suelen emitir ideas tan audaces, que parecen tomadas de un Bakunin o de un Proudhon. Un profesor de la Universidad de Burdeos, Duguit, no vacila en repetir: «Pienso que está en camino de elaborarse una sociedad nueva, de la cual han de rechazarse tanto la noción de un derecho perteneciente a la colectividad para mandar en el individuo como la noción de un derecho del individuo para imponer su personalidad a la colectividad y a los demás individuos. Y si, atendiendo a las necesidades de la exposición, personificamos la colectividad en el Estado, niego lo mismo el derecho subjetivo del Estado que el derecho subjetivo del individuo». (Las transformaciones del Estado, traducción de A. Posada)
No quiere decir que nos hallemos en vísperas de establecer una sociedad anárquica. Entre la partida y la llegada median ruinas de imperios, lagos de sangre y montañas de víctimas. Nace un nuevo Cristianismo sin Cristo; pero con sus perseguidores y sus mártires. Y si en veinte siglos no ha podido cristianizarse el mundo, ¿cuántos siglos tardará en anarquizarse?
La Anarquía es el punto luminoso y lejano hacia donde nos dirigimos por una intrincada serie de curvas descendentes y ascendentes. Aunque el punto luminoso fuese alejándose a medida que avanzáramos y aunque el establecimiento de una sociedad anárquica se redujera al sueño de un filántropo, nos quedaría la gran satisfacción de haber soñado. ¡Ojalá los hombres tuvieran siempre sueños tan hermosos!
(1907)

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