EL PERÚ ENTRE 1948 - 1968

lunes, 21 de octubre de 2013

Indice - Historia del Perú

I. MANUEL A. ODRÍA (1948-1956)
En 1948, se inauguró el famoso "ochenio" de Manuel Odría. Un gobierno de tendencia autoritaria que significó el regreso a la época de las dictaduras. Este gobierno puede dividirse en dos fases: La Dictadura (1948-1950) y la Fase "Constitucional"(1950-1956). En 1950, Odría renunció a la presidencia y convocó a elecciones a las cuales se presentó como candidato (la famosa "bajada al llano") dejando la presidencia al General Zenón Noriega; se enfrentó contra el candidato Ernesto Montagne quien terminó siendo deportado por el gobierno militar. En tal coyuntura, Odría, como candidato único, ganó la presidencia en 1950.

El gobierno de Odría se caracterizó por su dura persecución al APRA y a sus principales líderes; así pues Haya tuvo estar asilado en la embajada de Colombia durante cinco años.

En el aspecto económico, el gobierno adoptó el modelo económico liberal que se basaba en la casi nula intervención del Estado en la economía. Esto siguiendo las sugerencias de la misión económica que llega al Perú a cargo de Julius Klein. Sin embargo, combina con el liberalismo el asistencialismosocial (1) a los sectores menos favorecidos de la sociedad. Son años de una relativa bonanza económica debido al incremento de los precios de nuestras materias primas en los mercados internacionales, esto gracias a la coyuntura de la Guerra de Korea en el lejano Oriente. Por otro lado, la adopción de las políticas liberales en materia económica permitieron el resurgimiento de la oligarquía peruana.

Las obras y sucesos más importantes de este gobierno son los siguientes:
- Elevación del presupuesto a la educación, lo cual se plasmó en la construcción de grandes unidades escolares.
- Se estableció el Seguro Social del Empleado y se construyó el hospital Edgardo Rebagliati.
- Se construyen los Hospitales Naval y Militar.
- Se inaugura el Estadio Nacional.
- Se construyen unidades vecinales como Matute para obreros y empleados.
- Creación de la UNI - Universidad Nacional de Ingeniería.
- Se concedió el derecho al voto femenino.
- Se inició la explotación del cobre en Toquepala (Southern Perú).

Sin embargo, todo este ambiente de prosperidad se vio empañado con la poca permeabilidad democrática del régimen. Fue un gobierno autoritario que no respetó bajo ningún punto de vista las libertades democráticas. El régimen tuvo en la policía secreta, dirigida por Alejandro Esparza Zañartu, a su principal instrumento de represión contra los levantamientos populares. Sin embargo, ya para los últimos años de su gobierno la presión popular se volvió incontenible y los levantamientos contra el gobierno se hicieron más frecuentes, tanto en Lima como en provincias como, Arequipa principalmente. Todo esto ocasionó el desgaste del régimen. En las elecciones presidenciales de 1956, el candidato Manuel Prado Ugarteche con el apoyo de los apristas logró derrotar a Fernando Belaúnde Terry del Frente de Juventudes Democráticas y al candidato del gobierno, Hernando de Lavalle.

(1) A cargo de la esposa del Dictador, María Delgado estuvo la central de Asistencia Social.

II. MANUEL PRADO UGARTECHE (1956-1962)
Prado llegó por segunda vez a la presidencia apoyado por los apristas, a quienes a cambio de su ayuda les devolvió la legalidad. pactando con el Apra, por lo cual a su régimen se le ha llamado de "La convivencia". El Presidente Prado propició un clima de respeto a las libertades democráticas por lo que este gobierno ha sido bautizado como el de la "convivencia".

En estos años, se va a producir el surgimiento de los primeros movimientos revolucionarios de izquierda que van a tratar de emular a la Revolución Cubana de 1959. Asimismo, la izquierda va a tomar el control de la dirigencia estudiantil universitaria. Igualmente, van a surgir nuevos partidos que van a representar a sectores de clases medias: Acción Popular de Fernando Belaúnde, la Democracia Cristiana de Héctor Cornejo Chávez, etc.

En el frente externo, se va a producir la llamada Alianza para el Progreso impulsada por el presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy como un instrumento de ayuda económica a los países latinoamericanos para combatir la pobreza y así desterrar la amenaza del comunismo.

Económicamente son los años del boom de la harina de pescado, pues el Perú se empieza a convertir en uno de los principales productores de este recurso en el mundo. El principal opositor a la política económica del gobierno fue el director del diario "La Prensa" Pedro Beltrán, quien terminó siendo nombrado Ministro de Hacienda, Economía y Finanzas. De otro lado, el Ecuador intenta desconocer el Protocolo de Río de Janeiro.

En 1962, se van a producir las elecciones presidenciales que tuvieron como candidatos principales a Manuel Odría (U.N.O), Haya de la Torre (P.A.P) y Belaúnde (A.P), Ninguno de los candidatos alcanzó el tercio de los votos para obtener la victoria por los cual el congreso debía elegir al sucesor de Prado. El P.A.P y la UNO pactan una alianza para elegir a Odría como presidente, lo cual se truncó luego del golpe militar institucional de las Fuerzas Armadas del 18 de julio de 1962 que puso fin al gobierno de Manuel Prado.

III. LA JUNTA MILITAR (1962-1963)
Presidida inicialmente por el General Ricardo Pérez Godoy y luego por el General Nicolás Lindley tuvo como fin conducir al país al proceso electoral de 1963. La única obra destacable de este breve gobierno fue la promulgación de la Ley de Bases de la Reforma Agraria de 1962.

En las elecciones de 1963, Fernando Belaúnde derrotó ampliamente a los candidatos Odría y Haya de la Torre.

IV. FERNANDO BELAÚNDE TERRY (1963-1968)
Belaúnde llegaba al poder como el representante de las clases medias profesionales de este país que buscaban llevar a cabo las reformas estructurales que la sociedad peruana venía reclamando desde un siglo atrás. Sin embargo, Belaúnde, al no contar con mayoría parlamentaria, pues la UNO y el P.A.P habían formado una alianza que había logrado el control del Congreso, desde el cual sabotearon y obstaculizaron al régimen belaundista, censurando a más de noventa ministros del presidente Belaúnde.
En contraste con la crisis económica, en aquellos años, el Perú logró convertirse en el primer productor mundial de harina de pescado, gracias a la labor del empresario nacional Luis Banchero Rossi.

Lamentablemente, otro aspecto presente en este régimen fue la corrupción en que cayeron muchos personajes del gobierno, lo que provocó una rápida disminución en el respaldo popular al presidente.

La primera acción de gobierno implementada por el gobierno fue convocar a elecciones municipales luego de cuarenta años. En dichas elecciones, resultó vencedor el candidato Luis Bedoya Reyes quien fue proclamado Alcalde de Lima.

El gobierno adoptó una política de libre importación que significó una gran fuga de dólares del país, provocando la escasez de esta divisa en el mercado local, lo que trajo consigo la devaluación del Sol y el inicio de un proceso inflacionario que, junto con la contracción del sector exportador, provocaron una terrible recesión económica.

Ya para 1968 la crisis política y económica habían socabado peligrosamente las bases del régimen; finalmente, el hecho que terminó por colmar la paciencia del pueblo fue la firma entre el gobierno y la empresa petrolera norteamericana I.P.C (Internacional Petroleum Company) del Acta de Talara. Con dicho documento, el Estado peruano concedió a la firma estadounidense desmedidos privilegios. La página once de dicha acta, en la cual se le otorgan dichos beneficios a la empresa extranjera, misteriosamente se extravió, generando un escándalo de grandes dimensiones. Es así que, en medio de toda esta turbulencia política, el 3 de octubre de 1968 se produjo el golpe de Estado institucional de las Fuerzas Armadas, encabezado por el General Juan Velasco Alvarado. De esta forma, llegaba a su fin el primer gobierno de Fernando Belaúnde Terry.


LECTURA
EL CANCILLER QUE VOTÓ
A FAVOR DE CUBA

"Raúl Porras Barrenechea era una de las personalidades más intrigantes de su época. En los debates causaba pavor la velocidad y hasta la perversa intención de sus réplicas. Los políticos estaban de acuerdo. Porras carecía de piedad. Sin embargo, sus alumnos san marquinos no olvidarían jamás la infinita bondad con que enseñaba el pasado peruano. Porras era esencialmente un hombre ético, Sus ojos de un color celeste pardo, parecían ver cosas que aún estaban por suceder. Los años habían asentado la dolorosa desproporción de cuerpo. En su juventud había jugado tenis en el club Terrazas de Miraflores.

Entonces hubiese querido practicar los dos deportes. Tenía y no tenía una joroba; en todo caso, su cabeza misma, iluminada por una inteligencia excepcional, parecía plantada directamente en el tronco. Cuando defendía una tesis, otro Raúl Porras se adueñaba progresivamente del corto y contrahecho maestro y, mientras enrojecía su rostro, el cuerpo se le agigantaba, lo mismo que su voz y que el discurso, lógico y apasionado, perfecto.

Porras había asumido el cargo de Ministro de Relaciones Exteriores justamente cuando la revolución castrista empezaba a caer bajo control de su ala izquierda, primero, y de la dirigencia comunista, después. Ante la aparición de un gobierno marxista leninista frente a las playas de Estados Unidos, el gobierno de Wáshington D.C parecía titubear entre la invasión y el bloqueo total.

Después de la expropiación de todas las propiedades estadounidenses en la Isla, se convocó a una reunión de cancilleres de la OEA en San José de Costa Rica. Era un hecho la expulsión de Cuba. Llegado el momento de exponer la posición peruana, Porras no pudo traicionarse. Había sido uno de los principales asesores de la Cancillería en asuntos de límites y tratados. Al interior de Torre Tagle, había predicado la doctrina de la no intervención. Principios permanentes no debían ser puestos al servicio de asuntos transitorios. La organización dejaría de ser de la OEA, tan pronto expulsara a uno de sus miembros. Porras se pronunció en contra.

El gobierno de Lima enfureció. Prado no lo podía creer. Una de las atribuciones presidenciales era la dirección de la política exterior y él estaba en contra de Fidel Castro y en favor de la oposición de Estados Unidos. La Cancillería no quiso desautorizar al ministro. El gobierno le ordenó que volviese de inmediato. Porras quedó fuera del gabinete y entre helados paréntesis cuanto había sido su vida. Lo negaban ahora, con todo su pasado. Acababa de cumplir setenta años. Acaso la confrontación más dura había sido consigo mismo. Ser lo que se cree es mucho más difícil que creer o no creer. En vez de matar por encargo, Porras había disparado contra su propia existencia. La herida, profunda, no tendría tiempo de cicatrizar. No hubo después. Después murió."
 

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