LA CONFEDERACIÓN PERÚ - BOLIVIANA

miércoles, 9 de octubre de 2013

Indice - Historia del Perú

La integración de ambas repúblicas hacia 1836 resultaría acaso el proyecto más ambicioso que haya iniciado el Perú en el siglo XIX, ello además como una necesidad geopolítica postergada por las pretensiones bolivarianas.

Este proyecto estaría formado por Perú y Bolivia, tras el acuerdo final establecido en Chuquisaca (actual Sucre), el 15 de junio de 1835, por los presidentes de ambas repúblicas: el general peruano Luis José de Orbegoso, y el boliviano Andrés de Santa Cruz, jefe supremo y protector de esta idea impuesta como condición a la ayuda prestada por Orbegoso contra sus rivales Agustín Gamarra y Felipe Santiago Salaverry, que le había llevado a declarar la guerra a Bolivia en 1835. La unión perduró tan sólo de 1836 hasta 1839.

El origen de la Confederación se remonta a la situación confusa que Perú vivió en 1833, ante el fracaso del presidente Agustín Gamarra (1829-1833) en su intento de anexión de Ecuador y Bolivia en 1829 y el ascenso de Luis José Orbegoso (1834-1835).
Entre las batallas más decisivas para la conformación de este proyecto están:

1. La batalla de Yanacocha (13 de agosto de 1835), donde los santacrucianos Braun y Ballivián derrotaron a Gamarra en las afueras de Cusco.
2. La batalla de Uchumayo (4 de febrero de 1836), donde el presidente peruano Salaverry vence a los bolivianos en las cercanías de Arequipa.
3. La batalla de Socabaya (7 de febrero de 1836), fue definitiva pues la derrota de Salaverry, su inmediata captura y posterior fusilamiento (18 de febrero) sumado a la salida de Gamarra hacia Chile, marcan el triunfo de Santa Cruz y Orbegoso dando inicio así, formalmente, a la Confederación Peruano Boliviana.

EL OBJETIVO :
La unión de los territorios de Perú y Bolivia buscaban restaurar los circuitos comerciales que habían articulado al Sur del Perú y Bolivia desde épocas pre hispánicas y que se vio seriamente afectado cuando Carlos III creó el virreinato del Río de la Plata (1776) y peor aún, ultimado por las pretensiones bolivarianas, con la creación de Bolivia en 1825. De articularse, nuevamente el proyecto comercial, la confederación aspiraría pronto a una hegemonía comercial continental pues contaba con la anuencia de Inglaterra y Estados Unidos; pero era vigorosamente rechazado por los comerciantes chilenos y algunos
sectores de la elite criolla peruana.

LA DIVISIÓN DE LOS ESTADOS :

1. El estado nor peruano tuvo como presidente a Luis José Orbegoso y se constituyó luego de la Asamblea de Huaura, donde sesionaron los representantes de Lima, La Libertad, Junín y Amazonas.

2. El Estado sur peruano tuvo como presidente a Ramón Herrera y luego a Juan Pío Tristán y Moscoso. Se conformó en la Asamblea de Sicuani, donde participaron los delegados de Arequipa, Ayacucho, Cusco, Puno.

3. El Estado boliviano estuvo presidido por José Miguel Velasco y se formó en la asamblea de Tapacarí donde participaron los representantes de todo el Alto Perú.



EL CONGRESO DE TACNA :
Tras la formación de los tres estados, Santa Cruz convocó al congreso de Tacna el 28 de octubre de 1836 acordándose la creación de la confederación. El caudillo boliviano asumió la dirección de la confederación bajo el título de Supremo Protector.
Este congreso sería la base legal de la confederación y en 1837, promulgó la constitución que regiría su destino. Era de carácter autoritaria y, al decir de Santa Cruz, sus leyes le devolverían la hegemonía al interior del Perú la misma que se había perdido por el centralismo limeño; además, Santa Cruz podía reelegirse cada diez años, poseyendo atribuciones militares, diplomáticas, económicas. Otro acuerdo fue formar un congreso bicameral, con una cámara de senadores (15 miembros) y otra de representantes (21 miembros).

LAS OBRAS :
En el aspecto jurídico, promulgó los Códigos Penal y de Enjuiciamiento (de corte napoleónico). En el aspecto gubernativo puso en practica un Reglamento para escuelas primarias, creó el Ministerio de Interior, firmó tratados de defensa con Estados Unidos, Irlanda e Inglaterra. En el aspecto comercial, dictó un reglamento de Aduanas y Comercio y dictó la LEY DE PUERTOS LIBRES permitiendo el paso del comercio europeo y norteamericano a los puertos de Paita, Callao, Arica y Cobija con la adopción de bajos impuestos. Esta medida fue recibida con beneplácito por los cónsules y representantes de las potencias del momento (consideraban esta medida de libre comercio como sinónimo de civilización y progreso), también causó un impacto positivo en los comerciantes extranjeros de Lima y Arequipa, en los mineros (cuya producción ganaría con el ensanchamiento del intercambio comercial) y los agricultores sureños. El sueño duró muy poco pues pronto los intereses comerciales saldrían a horadar el proyecto que ya se veía afectado por las críticas racistas al poder, omnímodo por cierto, del Protector Andrés de Santa Cruz.

LOS ENEMIGOS :
En el Perú, la élite criolla limeña y los comerciantes de la costa norte se opusieron (con aires de proteccionismo y con argumentos de nacionalismo económico, pedían la protección de la agricultura y la producción nacional ante la nefasta competencia extranjera). En Bolivia, la Confederación perdió fuerza por la rivalidad entre la Paz y Chuquisaca (hoy Sucre).
En Argentina, el proyecto fue rechazado por los comerciantes representados en su presidente Manuel de Rosas.

En Chile, la apertura comercial, que significó el desalojo del mercado peruano del trigo de ese país reemplazado por las harinas norteamericanas, fue rechazada por su presidente Diego Portales; pero especialmente por el Ministro Joaquín Prieto.

LA GUERRA :
Con el pretexto de un supuesto apoyo al golpista chileno Ramón Freyre, nos declararon la guerra e iniciaron los preparativos para enviar campañas restauradoras. Detrás de todo ello, estaban los conflictos de Tarija, entre Argentina y Bolivia, y la disputa entre los puertos de Valaparaíso y Callao, además de la propia oposición interna (Gamarra, Castilla, Felipe Pardo, José María Pando, etc., quienes dibujan claramente una guerra civil con la injerencia de países vecinos). Aunque Santa Cruz intentó negociar la paz, y pese a vencer a los argentinos (1838) no pudo con los "restauradores chilenos".

La primera campaña restauradora fue dirigida por Manuel Blanco Encalada el mismo que fue derrotado en Paucarpata y obligado a firmar un tratado del mismo nombre en Arequipa. De regreso a su país, el tratado fue desconocido. La población chilena se insubordinó al gobierno e incluso asesinó al ministro Portales, pero Prieto preparó una segunda expedición.

La segunda expedición restauradora liderada por Manuel Bulnes contó con la asistencia de "los emigrados", calificativo de un sector de la oposición peruana en Chile, los que guiaron a la victoria decisiva contra la Confederación en la batalla de Yungay (20 de enero de 1839). El derrotado Santa Cruz se retiró a Europa.


EL SEGUNDO GOBIERNO DE
AGUSTÍN GAMARRA

Frustrado el proyecto de Santa Cruz, Gamarra asumió la presidencia del Perú en 1839, bajo el título de "Presidente Restaurador". Las tropas chilenas que lo secundaron, recién se retiraron en marzo de 1839. Ese mismo año promulgó la constitución conservadora de la época: La Constitución de Huancayo (ampliaba el período presidencial a seis años, suprimía las vicepresidencias, creaba el Consejo de Estado como organismo asesor, etc) El 4 de mayo de ese año, nacía el diario "El Comercio" y para 1840, se fundaba el colegio Nuestra Señora de Guadalupe. Teniendo como ministro de hacienda (hoy economía) a Ramón Castilla, decidió invadir Bolivia en 1841. Con el pretexto de evitar el rebrote santacruciano, invadió ese país (enfrentado en una guerra civil entre Miguel Velasco y José Ballivián). Lamentablemente, Gamarra fue vencido y ejecutado en plena batalla de INGAVI (18 de noviembre de 1841), su muerte trajo como consecuencia un desorden político conocido como la anarquía de 1842.


LA ANARQUÍA MILITAR

Tras la muerte de Gamarra, debió asumir la presidencia don Manuel Menéndez; pero fue desconocido por los militares. Se sucedieron una serie de golpes de estado entre los caudillos Juan Crisóstomo Torrico, Francisco Vidal, Justo Pérez Figuerola y Manuel Ignacio de Vivanco (quien se impuso hasta 1844 bajo un régimen dictatorial).

EL DIRECTORIO :
Fue un gobierno duro y autoritario, pero a la vez muy breve bajo un seudo despotismo ilustrado peruano conocido como "El Directorio" que, entre 1843 y 1844, trató de organizar al país en su administración y economía. Al poco tiempo, surgía la señera figura de Ramón Castilla, quien tras una corta guerra derrocó a Vivanco luego de la victoria de Carmen Alto. Castilla le devolvió el poder a Manuel Menéndez quien convocó a lecciones 1844 (en los comicios salió triunfante Castilla).

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