LA ERA REPUBLICANA

domingo, 6 de octubre de 2013


PRIMER MILITARISMO I

(1827-1835)

I. LA SITUACIÓN TERRITORIAL
Al iniciarse su devenir histórico, el Perú republicano y los demás países recién emancipados de América tuvieron que definir los territorios que poseerían.
Para ello, recurrieron a dos principios jurídicos EL UTI POSSIDETIS Y LA LIBRE DETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS.

* EL UTI POSSIDETIS: Principio que establecía que las naciones recién independizadas de América poseerían aquellos territorios que habían poseído durante la época colonial hasta 1810, cuando se iniciaron los movimientos separatistas americanos. En base a este principio, la República del Perú poseería aquellos territorios que poseyó como virreinato.

* LIBRE DETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS: Mediante este principio se permitía a los pueblos decidir a qué país querían que sus provincias pertenecieran. Esto permitió la modificación de las fronteras de muchos países de América del Sur. Es así el caso de nuestro país que tuvo que perder la provincia de Guayaquil pues sus pobladores decidieron pertenecer a la Gran Colombia en 1821. Un caso inverso ocurrió con la provincia de Jaén, la cual para 1810 estaba dentro del territorio del Virreinato de Nueva Granada, sin embargo, al producirse la independencia americana, sus pobladores optaron por incorporar Jaén al territorio de la República del Perú y separarse de la Gran Colombia.
Es importante recordar que el Perú limitaba, hacia 1827, únicamente con tres países: La Gran Colombia, El Imperio de Brasil y la recién creada Bolivia.

Los primeros dieciocho años de la vida republicana en el Perú, los cuales significan los inicios del llamado Primer Militarismo (1827-1872), son los años que marcan el inicio de una de las épocas más convulsionadas en nuestra historia y en los cuales, sin embargo, como señala Jorge Basadre, se van a definir las características básica del Perú independiente.

II. SITUACIÓN ECONÓMICA
La situación económica del Perú en sus primeros años de vida independiente fue bastante precaria. Las guerras de independencia habían dejado arruinadas a las principales actividades económicas del país: agricultura y minería. Por otro lado, el mercado interno era muy pequeño para que pudiese florecer el comercio. La inversión de capitales extranjeros fue bastante limitada, pues la inestabilidad política que vivía el país lo convertía en un lugar poco atractivo, inclusive para el más temerario inversionista.

El joven estado republicano obtuvo sus ingresos del cobro de la contribución personal indígena y del cobro de los impuestos de aduanas.

III. SITUACIÓN POLÍTICA
Concluido el proceso de independencia, se planteó el problema de quiénes debían asumir la dirección de los destinos del país. La élite criolla, la llamada a tomar el control del país, no se encontraba preparada para asumir tal responsabilidad debido a la inexperiencia en asuntos de gobierno de la mayoría de sus miembros, quienes habían estado acostumbrados a depender del gobierno colonial español; asimismo nuestras élites criollas estaban muy desprestigiadas ante la población debido a su posición fidelista durante el proceso de independencia. Debido a ello casi de inmediato, quedó descartada la posibilidad que las élites criollas se hicieran cargo del gobierno. Esto provocó un peligroso vació de poder, el cual tuvo que ser cubierto por los caudillos militares que habían participado en las guerras de independencia, y que se sentían con derecho a gobernar el Perú. Es así que los militares asumen el control del país iniciándose el llamado Primer Militarismo.

Este período se caracterizó por una marcada inestabilidad política, lo cual se reflejó en las constantes guerras civiles y golpes de estado que van a protagonizar los principales caudillos militares de la época. Cabe mencionar que dichos personajes representaban los intereses de determinados sectores de la Sociedad (comerciantes, artesanos, mineros, hacendados, etc) o de determinadas regiones del país.

Asimismo se va a producir el inicio de un largo ciclo de debates político-doctrinarios entre los llamados Liberales y los llamados Conservadores o Autoritarios. El debate en esos primeros años de vida republicana - que tuvo su punto más álgido en el primer gobierno de Agustín Gamarra - va a girar en torno al estilo de gobierno; para los liberales el Congreso debía ser el primer poder del Estado y por lo tanto debía tener mayores atribuciones y más poder que el Poder Ejecutivo, el cual estaba en manos del Presidente de la República. Para los conservadores, el planteamiento liberal estaba equivocado y debía ser el Presidente de la República quien tuviese más poder que el Congreso.

IV. SITUACIÓN SOCIAL
La sociedad peruana de inicios de la República era una sociedad fragmentada, en la cual los diversos grupos de los que estaba compuesta no estaban articulados en ningún tipo de proyecto nacional, y presentaban muchas diferencias de intereses entre sí. Esto provocó que fuese imposible hablar de la existencia de una conciencia nacional. Inclusive, podríamos atrevernos a señalar que eran muy pocos los elementos en común que tenían los diferentes sectores de nuestra sociedad. Inclusive, y lo que era más grave, el Perú, al iniciar su vida republicana siguió arrastrando dos taras de la época colonial y que significaban un obstáculo para cualquier intento de integración de nuestra sociedad: la esclavitud y el tributo indígena. Esto implicaba la marginación y postración de la mayoría de la población - básicamente indígena - frente a una minoría blanca que gozaba de todos los privilegios.


LOS GOBIERNOS

I. JOSÉ DE LA MAR (1827-1829)
El General José de La Mar fue elegido por el Congreso como el primer Presidente Constitucional del Perú en 1827, para cerrar el paso a las ambiciones de los generales Gutiérrez de la Fuente, Santa Cruz y Gamarra, quienes pretendían el poder. José de La Mar encarnó al llamado Ejecutivo débil, es decir, un gobierno de tendencia liberal que estuvo sometido a los designios del Congreso.

En el frente interno, destacan acontecimientos como la rebelión de los indios iquichanos, Huanta, Ayacucho, a fines de 1827, quienes exigían al Estado republicano el reestablecimiento de una serie de beneficios que habían gozado durante la colonia. La rebelión terminó siendo sofocada violentamente. Asimismo, en su gobierno se va a promulgar la Constitución Liberal de 1828, la tercera en nuestra historia, la cual le otorgaba más facultades al Congreso que al Poder Ejecutivo y establecía el período presidencial en cuatro años.

El frente externo estuvo bastante convulsionado durante los años del gobierno de La Mar. Es así que se va a producir la invasión a Bolivia en 1828. El ejército peruano comandado por el General Agustín Gamarra invadió Bolivia con el objetivo de forzar la renuncia y salida del país del presidente Antonio José de Sucre. Finalmente, con la firma del Tratado de Piquiza del 6 de julio de 1828 se logró la renuncia de Sucre. Sin embargo, este hecho, en vez de solucionarle un problema al Perú, acarreó uno mayor, pues fue utilizado como pretexto por la Gran Colombia, al mando de Simón Bolívar, para iniciar un conflicto armado en contra de nuestro país.

En 1828, se inició la Guerra con la Gran Colombia, la cual tuvo como causas la ambición gran colombiana por los territorios de Tumbes, Jaén y Maynas y el odio mutuo entre Bolívar y las élites criollas peruanas. Los pretextos que se utilizaron para el inicio de la guerra fueron la expulsión de Sucre de Bolivia y la expulsión del cónsul colombiano en el Perú Cristóbal Armero. La guerra se dividió en dos campañas : Campaña Naval, al mando del Almirante Jorge M. Guise, en la cual la Marina de Guerra del Perú logró tomar el puerto de Guayaquil y vencer en los combates navales de Malpelo y Dos Cruces. Campaña Terrestre, la mandó del Presidente La Mar y el General Gamarra, quienes fueron derrotados en las batallas de Saraguro y Portete de Tarqui.

Ante una situación de virtual empate, ambos países deciden poner fin a las acciones militares y firman el Convenio de Girón el 28 de Febrero de 1829. Se acordó que el Perú desocuparía Guayaquil y Loja y reduciría sus tropas en la frontera con la Gran Colombia. Sin embargo, a poco de la firma de este convenio, La Mar intentó reiniciar las acciones militares; pero en aquel momento el General Agustín Gamarra, apoyado por el General Gutiérrez de la Fuente, destituyó a La Mar.

II. AGUSTÍN GAMARRA (1829-1833)
Asumió la presidencia luego de haber destituido al General La Mar, su gobierno es considerado como el primer Ejecutivo fuerte, ya que debido a su tendencia conservadora autoritaria pretendió tener supremacía sobre el parlamento, lo cual le ocasionó una serie de enfrentamientos en el Congreso.

En el frente interno, se va a producir la creación del departamento de Amazonas, la Dirección General de Aduanas, la Maternidad de Lima, disminuyó el impuesto a la minería, creación del puerto de Cerro Azul.

En el frente exterior, tuvo que terminar de solucionar los problemas con la Gran Colombia mediante la firma de dos tratados. Armisticio de Piura el 10 de abril de 1829, con el cual se cerró definitivamente el conflicto. Tratado Larrea-Gual del 22 de setiembre de 1829 que es considerado el primer tratado limítrofe entre ambos países. El Perú perdió definitivamente Guayaquil, pero retuvo la provincia de Jaén. Por otra parte, el Presidente Gamarra entró en negociaciones con el presidente boliviano Andrés de Santa Cruz para llevar a cabo la unificación de ambas naciones; sin embargo, el personalismo de ambos ocasionó que las tentativas fracasen y se corrió el riesgo del inicio de una guerra. Para evitar el estallido del conflicto, se firmaron con Bolivia los tratados de Tiquina y Arequipa.

Asimismo, en 1830, se produjo la desintegración de la Gran Colombia, la cual se fragmentó en tres países: Ecuador, Colombia y Venezuela. De esta forma, el Perú y Ecuador tienen fronteras a partir de aquel año. Esto provocó que ambos países firmaran en 1832 el primer tratado fronterizo; Pando-Novoa. Cabe recordar que, en 1830, se produjo el fallecimiento de Simón Bolívar.

En este gobierno, llega a su punto más alto el debate ideológico entre liberales y conservadores. Los liberales tuvieron como principales representantes a Francisco y Manuel Lorenzo de Vidaurre. Los Conservadores estuvieron representados por José María de Pando y Felipe Pardo y Aliaga.

Cabe recordar que Gamarra contó con el apoyo incondicional de su esposa Francisca Zubiaga "La Mariscala" , quien hizo las veces de su principal asesora.

III. LUIS JOSÉ DE ORBEGOSO (1833-1835)
Elegido Presidente de la República por el Congreso en 1833, luego que ninguno de los tres candidatos presidenciales-Orbegoso, Pedro Bermúdez y Domingo Nieto-consiguiera obtener los votos suficientes en las elecciones de 1833. Su gobierno fue de tendencia liberal y se caracterizó por una marcada inestabilidad política.

En su gobierno, La Convención Nacional - parlamento - promulgó la Constitución Liberal de 1834, la cuarta de nuestra historia, con la cual se crean los gobiernos municipales, se establece el juicio de residencia al Presidente saliente, se suprime el cargo de vicepresidente, se establece que el parlamento ratificaría los ascensos en el ejército, etc. La promulgación de esta constitución trajo consigo el inicio de la rebelión del general conservador Pedro Pablo Bermúdez, la cual es considerada como la primera guerra civil del Perú republicano. El General Bermúdez, apoyado por el General Gamarra, logró derrotar a Orbegoso en la batalla de Huaylachuco; sin embargo, luego fue traicionado por uno de sus oficiales, el General José R. Echenique, quien lo terminó entregando a Orbegoso en la Pampa de Maquinguayo. Orbegoso ordenó el fusilamiento de Gamarra quien tuvo que huir a Bolivia para no ser capturado.
Un año después, mientras Orbegoso se había dirigido a Arequipa en busca de los restos del ejército de Bermúdez; en Lima, estalló la sublevación del General Felipe Santiago Salaverry quien se proclamó nuevo dictador del Perú.


LECTURA:
PANCHA GARROTE

Todo empezó con un rapto de locura y pasión. Tenía 17 años y vestía los hábitos de una novicia que la destinaban a entregar su vida a Dios para siempre. Pero un día, aprovechando un viaje de su padre a España, traspasó los muros del convento y se casó con el prefecto de la ciudad. Esto sucedía en el Cusco en 1825. Ella Francisca de Zubiaga. El : Agustín Gamarra, un joven general. Se dice que su matrimonio se convirtió en una fiesta de todo el departamento, especialmente en la provincia de Urubamba, donde transcurrió su luna de miel. Empezaba la aventura. La historia y la leyenda también.

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Su unión con Gamarra sería por siempre y en acto de fidelidad, no sólo en la cama, sino también en la política y en el campo de batalla. Por ella, tal vez, él llegó a Mariscal y además a Presidente Provisional del Perú en dos oportunidades y en otras dos a Presidente Constitucional. En el tráfago de estos gobiernos surgió el mote de "La Mariscala" porque se decía que en los hechos era ella quien ejercía el poder. Lo cierto es que, montada a caballo y espada, protagonizó acciones militares, sofocó rebeliones y encabezó invasiones como la de Bolivia, donde capturó la ciudad de Paria, saliendo la victoria a favor de su marido.

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No hubo tregua en su vida. Su leyenda crecía con sus hazañas. Lima, hipócrita y chismosa, hablaba a hurtadillas de ella, pero admirándola y temiéndola en el fondo. Una vez el presidente viajó fuera del país. El General Gutierrez, encargado de la jefatura del gobierno, fue acusado de conspirar contra el ausente. En cuanto corrió el rumor, el conspirador tuvo que vérselas con doña Francisca que, entre gallos y medianoche, asaltó su casa al mando de un destacamiento militar. Gutiérrez huyó a las justas por los techos de las casas vecinas. El asunto dio que hablar por muchos días :"Dicen que Pancha Garrote..."

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En su última batalla, la guerra civil de 1834, luchó por uno y otro bando al compás de la conveniencia política de su marido. Primero apoyó el General Bermúdez contra el electo presidente Orbegoso, sitiando la Capital. Pero ante la reacción popular, favorable a este último, pasó a luchar a favor de Orbegoso, asediando a Bermúdez. Finalmente éste venció. Cuando Gamarra intentó rearmarse en Bolivia, doña Francisca fue desterrada a Chile. En el barco en que viajaba, el "Jeanne Henrriete", se topó con otra peruana, exiliada socialmente: Flora Tristán . ¿Cómo se miraron? ¿Qué conversaron? Al pisar Valparíso, La Mariscala escupía sangre.

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Era el fin. Desde el sur, con los pulmones carcomidos por la tuberculosis, extrañaba la patria. Cuando vio una sombra extraña asomarse a su cabecera, intentó un escándalo más. Pidió que, una vez muerta, su corazón fuera enviado y enterrado en el Cusco, su tierra de nacimiento. El pedido se cumplió, al morir, el 5 de mayo de 1835, tenía 32 años.

¿Sabias Qué?
Brasil es el país al cual el Perú le ha cedido mayor extensión de territorio 447mil Km² en segundo lugar viene Ecuador con 161mil Km², sigue Colombia con 122 mil Km², luego, Bolivia 97 mil Km², y finalmente, Chile con 64 mil Km².

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